jueves, 9 de febrero de 2012

Ideologías

¿Qué es el socialismo? A lo largo de la historia, muchas ideologías han llevado dicha palabra en su denominación, pero han sido radicalmente distintas entre sí. Hoy día, toca tener claro qué entendemos por socialismo.


Breve aproximación histórica:

Históricamente, el socialismo nace con la revolución industrial: algunos burgueses, como Robert Owen, o Pierre Leroux, se preocupan por las condiciones de vida de los obreros en la fábrica. Se crea el llamado socialismo utópico. Karl Marx, junto a Friedrich Engels, recogen el legado de dichos pensadores y elaboran toda una teoría socioeconómica denominada socialismo científico, o marxismo. Se crea la Iª Internacional, que finaliza con la ruptura entre marxistas y anarquistas. La IIª, junto a la Revolución Rusa, terminó por las diferencias entre Socialistas o Comunistas. Se empezó a usar el término "Socialdemócrata" para referirse a los Socialistas, por su apoyo a las vías democráticas frente a la Revolución Rusa. Poco más tarde, en los años veinte, se crea el nacional-socialismo, por desviaciones de la doctrina socialista de algunos militantes de pequeños partidos, como Mussolini o Hitler, que eliminan la visión internacionalista y humanista del Socialismo. A partir de esas fechas, poco a poco los partidos socialistas o socialdemócratas y laboristas, van abandonando el socialismo científico, el marxismo, para devenir propiamente en lo que hoy entendemos como socialdemocracia, esto es, se acepta el capitalismo, pero con unas reglas, y sin olvidar que nuestro objetivo ha de ser reducir, eliminar, las desigualdades sociales. No debemos caer en las trampas del Social-Liberalismo (que algunos confunden con socialdemocracia), que aceptan el capitalismo sin más.

Hoy día, según la RAE, una definición de "Socialismo", que es la que se usa corrientemente en la esfera política, es "socialdemócrata". Yo considero que dicho término es redundante, pues el socialismo es inherentemente democrático, se debe seguir usando la palabra socialista.

Debemos tener claro quienes somos, qué queremos. La política económica debe vertebrar nuestras acciones, una política que pase por aumentar la recaudación para aumentar los gastos. La recaudación impositiva  es la manera que tenemos para redistribuir la riqueza, para crear hospitales, colegios, medios de transporte...crearlos y, sobre todo, gestionarlos para que sean de calidad. Pero no es la única, porque debemos apostar por las empresas estatales fuertes, que son una manera de generar riqueza para el Estado sin que la paguen los ciudadanos. Se debe fomentar la regulación del capital privado, sobre todo en lo relativo a las grandes cantidades, los grandes flujos de dinero. El Estado debe ahorrar dinero para invertir en tiempos de crisis y ser el garante de la economía nacional. Todo esto sin que se descuide la libertad económica, la libertad de empresa. Y se debe hacer con la vocación internacionalista que nos define, todos a la una, en Europa y en el mundo. 

Se debe potenciar ante todo la economía real, no la virtual, que es la que ha causado esta crisis. Sectores como el de la investigación, pública y privada, la exportación y la industria. Se debe crear empleo competitivo, flexible, pero que garantice la seguridad del empleado. Competitivo por su calidad, no por bajar los salarios. Socialismo debe ser sinónimo de futuro. Y por ello no cabe otra que fomentar el respeto del medio ambiente y las políticas ecológicas. Se debe potenciar el uso de las energías renovables, usando la nuclear sólo y exclusivamente como energía que asegure la transición, porque las que hay que eliminar son las energías de los combustibles fósiles, que al contrario que la nuclear, atacan directamente a nuestra salud sin que sepamos evitarlo. Claro que una vez las renovables puedan asegurar el 100% de la demanda energética española, la nuclear de fisión debe desaparecer. Y por supuesto, no debemos abandonar las que han sido últimamente nuestras señas de identidad, nuestro símbolo, las políticas relativas a los derechos sociales y la igualdad.



Esta es la tarea que recae sobre las espaldas de la nueva ejecutiva del Partido Socialista Obrero Español, a cuya cabeza está Alfredo Pérez Rubalcaba. Recuperar, actualizar nuestro mensaje, conectar con millones de votantes para avanzar en este proyecto desde donde se puede, desde las instituciones. Por supuesto, esto pasa por mejorar nuestra democracia interna, que aunque existe, deja mucho que desear.


3 comentarios:

  1. Muy buen artículo que deja las cosas bien claras. Ahora solo queda que el PSOE aplique esas ideas para reconquistar al electorado socialista.

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  2. Gracias. Coincido en que lo que queda es que el PSOE se identifique plenamente con estos objetivos, y creo que no queda otra si queremos evitar un gran retroceso a nivel social. Para ello es muy importante la labor de la militancia.

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  3. Un muy buen resumen de lo que deberia ser la ideologia socialista... Enhorabuena

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