Esas son las palabras de Carlomagno, y siguen teniendo mucho significado (aunque ya lo dijera Aristóteles, "La esperanza es el sueño del hombre despierto."). Para seguir con el tema del post anterior, he de decir que he cambiado de opinión. O no del todo. Ahora me explico.
El pueblo libio sigue en lucha contra su dictador. Sin embargo, al contrario que en Túnez y Egipto, se está masacrando a la población civil. Y, por ende, se requiere una intervención militar. La comunidad internacional no se puede permitir el lujo de no apoyar un levantamiento popular en contra de un dictador, y menos cuando se reprime con metralletas. No es otro Irak. En Irak, para empezar, no hubo resolución de la ONU, y por tanto, fue una invasión ilegal. Además, el país no estaba en pie de guerra. Y no sólo hubo ataques aéreos, sino que se enviaron tropas terrestres para invadir el territorio iraquí.
Libia es otra cosa. Inmersos en una guerra civil, la ONU ha dictado una resolución. Además, sin votos en contra. Para empezar, los países extranjeros no envían tropas de a pie, sino que trabajan en una zona de exclusión aérea, para acabar con los bombardeos que sufrían a diario los civiles en las ciudades sitiadas. Esto, sea o no una guerra (decídanse, señores juristas), a mi parecer, entra desde luego en la categoría de "justa". Por ahora.
Por el momento, se están defendiendo los derechos humanos. No estoy de acuerdo con IU, no creo que se estén masacrando civiles, el Régimen ya habría sacado fotos, y no simples números que pueden ser inventados. Pero mi temor es lo que pueda suceder. Que se imponga un colonialismo ideológico. Que se siente en el trono otro dictador. O que se cree una inestabilidad endémica. En el país, o incluso en toda la región, pues todo esto se puede extender a Túnez, Egipto, Siria, Bahrein, Yemen... Si tanto apoyamos los derechos humanos y la democracia, es hora de demostrarlo.
Por el momento, se están defendiendo los derechos humanos. No estoy de acuerdo con IU, no creo que se estén masacrando civiles, el Régimen ya habría sacado fotos, y no simples números que pueden ser inventados. Pero mi temor es lo que pueda suceder. Que se imponga un colonialismo ideológico. Que se siente en el trono otro dictador. O que se cree una inestabilidad endémica. En el país, o incluso en toda la región, pues todo esto se puede extender a Túnez, Egipto, Siria, Bahrein, Yemen... Si tanto apoyamos los derechos humanos y la democracia, es hora de demostrarlo.