domingo, 27 de marzo de 2011

¿Cual es el sueño de los que están despiertos?. La esperanza.

Esas son las palabras de Carlomagno, y siguen teniendo mucho significado (aunque ya lo dijera Aristóteles, "La esperanza es el sueño del hombre despierto."). Para seguir con el tema del post anterior, he de decir que he cambiado de opinión. O no del todo. Ahora me explico.

El pueblo libio sigue en lucha contra su dictador. Sin embargo, al contrario que en Túnez y Egipto, se está masacrando a la población civil. Y, por ende, se requiere una intervención militar. La comunidad internacional no se puede permitir el lujo de no apoyar un levantamiento popular en contra de un dictador, y menos cuando se reprime con metralletas. No es otro Irak. En Irak, para empezar, no hubo resolución de la ONU, y por tanto, fue una invasión ilegal. Además, el país no estaba en pie de guerra. Y no sólo hubo ataques aéreos, sino que se enviaron tropas terrestres para invadir el territorio iraquí. 
Libia es otra cosa. Inmersos en una guerra civil, la ONU ha dictado una resolución. Además, sin votos en contra. Para empezar, los países extranjeros no envían tropas de a pie, sino que trabajan en una zona de exclusión aérea, para acabar con los bombardeos que sufrían a diario los civiles en las ciudades sitiadas. Esto, sea o no una guerra (decídanse, señores juristas), a mi parecer, entra desde luego en la categoría de "justa". Por ahora.
Por el momento, se están defendiendo los derechos humanos. No estoy de acuerdo con IU, no creo que se estén masacrando civiles, el Régimen ya habría sacado fotos, y no simples números que pueden ser inventados. Pero mi temor es lo que pueda suceder. Que se imponga un colonialismo ideológico. Que se siente en el trono otro dictador. O que se cree una inestabilidad endémica. En el país, o incluso en toda la región, pues todo esto se puede extender a Túnez, Egipto, Siria, Bahrein, Yemen... Si tanto apoyamos los derechos humanos y la democracia, es hora de demostrarlo.

1 comentario:

  1. Lo cierto es que todos los inventos que el hombre disfruta hoy nacieron de un ideal, de un sueño. Por eso hay quien ha dicho, con mucha razón, que la esperanza es el sueño del ser humano despierto.

    Particularmente tengo mis pies sobre la tierra, pero en mi corazón albergo la esperanza de un mundo mejor. No concibo mi existencia sin ese ideal, que si bien morirá conmigo, me hará cerrar los ojos en paz, tal como he vivido, gracias a la esperanza que albergo en mi corazón.

    Y hago constar que no me aferro a ella por miedo, sino por necesidad. Es un anhelo y un deseo intenso, que no sabría explicar del todo. Está en esos espacios del alma que ningún equipo sofisticado que la humanidad ha inventado puede escrutar.

    Por eso es que, aunque me equivoque al decirlo, pienso que es algo que se debe compartir. Los sueños en la intimidad, los que no se cuentan, no gratifican. Y no tengo dudas de que la humanidad necesita tener esperanza de un futuro mejor, aunque sea considerado por algunos como una quimera, lo cierto es que las realidades de hoy fueron los sueños del ayer, por lo cual los sueños de hoy serán las realidades del mañana.

    ResponderEliminar